(Real Madrid 6 – Valladolid 0) Bálsamo y partido perfecto para los merengues
El club blanco no pudo haber soñado un partido tan cómodo y bueno como el que realizó el
domingo frente al Valladolid. Un 6-0 que le dio comodidad desde los primeros minutos;
permitió liberarse y coger confianza; provocó un buen ambiente y optimismo entre la afición;
y otorgó minutos y descanso a diferentes piezas de la plantilla.
El encuentro empezó como cualquier otro, con ambos equipos teniendo bola y tanteando al
rival, incluso hubo un remate peligrosísimo del Valladolid que podría haber adelantado a los
vallisoletanos pero que finalmente se estrelló en la madera. Una vez pasado el minuto 20 del
primer tiempo el Santiago Bernabéu presenció un auténtico torrente de goles, todos obra del
equipo local, que arrasó por completo la portería de Sergio Asenjo y en menos de 40 minutos
amplió su ventaja a cuatro tantos. El primero fue obra de Rodrygo que recibió un balón en el
área tras una muy buena conducción de Asensio. Luego fue Karim Benzema el encargado de
anotar un hat-trick en un margen de siete minutos, uno más bonito que el otro.
Ya en la segunda parte, allá por el minuto 60, Carlo Ancelotti quiso dar descanso a piezas
clave como Karim o Vini JR y permitir ciertos minutos a otro futbolistas de menos
importancia en la plantilla como Hazard (que dio una asistencia) o Vallejo. Esto no puso
punto final a la goleada ni mucho menos, pues fueron dos los goles que se sumaron al
casillero merengue tras la salida de estos jugadores, uno de Marco Asensio y otro de Lucas
Vázquez. Finalmente el encuentro acabó 6-0, un resultado que deja al Madrid a 12 puntos del
liderato y resulta más bueno desde el plano mental y físico que desde el plano estadístico,
pues aunque nunca viene mal ganar en liga y sumar de a tres, si que es cierto que la liga se
antoja prácticamente imposible, por lo que la victoria se entiende mejor como un chute de
ánimos y confianza de cara a los próximos envites.
Como próximos envites entendemos las semifinales de Copa del Rey de este miércoles frente
al Barça, el encuentro liguero frente a un siempre aguerrido Villarreal y los cuartos de final
de la Champions League ante un aparentemente debilitado Chelsea, todo esto en un marco
temporal de una semana. Semana en la que Carletto tendrá que poner todo a punto y esperar
que sus pupilos den todo de sí, tanto futbolística como anímicamente.
Por lo comentado anteriormente y por la compacidad del calendario que se le avecina al Real
Madrid se entiende la victoria contra el Real Valladolid como un partido cómodo y altamente
beneficioso para el equipo, ya que te permite disfrutar, oxigenar y motivar a todos, desde
aficionados hasta jugadores. Esto lo destacó Ancelotti en rueda de prensa, donde afirmó que
este último tramo de temporada se afronta mucho mejor con una victoria tan contundente
como esta. En la rueda de prensa también hizo saber que su futuro no es algo que importe o
preocupe a la plantilla, así que esas dudas sobre su puesto en el Real Madrid o en la selección
carioca fueron apartadas, pero no del todo disipadas.
Cierto es todo lo que se ha comentado en este artículo, pero tampoco hay que dejarse llevar
por los cantos de sirena y creer que con un partido de estas características ya está todo
solucionado, pues aunque sí que resulta ser una especie de trampolín anímico, esto no te
asegura nada de cara al futuro, sobre todo la Champions, donde están depositadas la mayoría
de esperanzas del club blanco y con la que, casi seguro, se decidirá si el Real Madrid ha
realizado una buena o una mala temporada. De momento solo podemos especular y predecir,
porque nada en esta vida es seguro, y menos en el fútbol, pero tomando referencias y datos
podemos sacar conclusiones en claro que nos muestran que el Madrid se vuelve mucho más
fuerte en estos últimos compases de temporada, y si a eso le añades empezar con una victoria
tan convincente y abultada, no hay ninguna duda de que el aficionado madridista tiene
argumentos y esperanzas para creer.