Chelsea y Real Madrid, «enemigos» íntimos


El Real Madrid volverá a verse las caras con el equipo blue de Londres por tercera vez consecutiva en tres temporadas de Champions League, las mismas únicas tres veces (seis si se cuentan los dos partidos de cada eliminatoria) que estos dos equipos se han enfrentado, por lo que este encuentro se está convirtiendo en una especie de clásico europeo, pero moderno.

En este artículo recordaremos cómo fueron las dos eliminatorias anteriores; quién pasó de ronda; cuáles fueron las claves de los partidos; quiénes se destaparon como las estrellas de cada equipo; y qué aspecto tuvieron ambos clubes en común cuando eliminaron al otro.

Semifinales de Champions de la temporada 2020/2021.

La primera vez que se toparon el uno con el otro fue en las semifinales de Champions de la temporada 2020/2021. El equipo blanco venía de apear a una de las sensaciones, la Atalanta, y a un gran equipo como lo era el Liverpool, mientras que el Chelsea había eliminado al Atlético de Madrid en octavos y al Porto en cuartos.

La ida de las semifinales tuvo lugar en Madrid, en el Alfredo di Stefano (debido a que se estaban realizando las obras en el Santiago Bernabéu y era época de pandemia). Al partido salieron ambos equipos con un esquema de tres centrales, esquema que al principio hizo dudar mucho a la defensa merengue, cuya poca contundencia y rocosidad hizo que el Chelsea gozase de varias ocasiones en los primeros minutos e incluso se adelantase en el marcador con un gran gol del estadounidense Christian Pulisic. A medida que fueron avanzando los minutos el Madrid se desperezó y fue cerca de la media hora de juego cuando tras un centro al segundo palo y varias prolongaciones en el área, Karim Benzema rescató un balón que mandó al fondo de la portería defendida por Edouard Mendy, poniendo así el 1-1 en el marcador. El partido, que estuvo pasado por agua, fue algo pobre más allá de los dos goles, y terminó con un 1-1 que beneficiaba a los blues.

Ya en Stamford Bridge, la vuelta fue algo parecido a un monólogo de los londinenses, que dominaron todos los aspectos del juego y anotaron dos tantos, obras de Timo Werner y Mason Mount, que podrían haber sido muchos más de no ser por Thibaut Courtois. Así, se le escapó el sueño de la Champions al Real Madrid, y el Chelsea se plantó en otra final tras poco más de un lustro, final que venció frente a todo un Manchester City.

Cuartos de final de la 14: la segunda remontada

Una vez pasada la pandemia, los dos equipos se volvieron a cruzar en una eliminatoria de Champions, esta vez en cuartos de final. Sin duda, este enfrentamiento fue mucho más emocionante y atractivo que el de la temporada anterior, pues lo que parecía un paseo de rosas tras la ida en Stamford Bridge, se convirtió en un duro calvario para el Real Madrid, que tuvo que tirar de pundonor y coraje para brindarnos una de las mejores noches vividas en el Santiago Bernabéu.

Como decía, la eliminatoria comenzó con un aplastante 1-3 en favor de los blancos, con un Karim Benzema intratable que dio una verdadera masterclass de delantero. Todo esto se truncó cuando llegó la vuelta en el Santiago Bernabéu, pues el Chelsea asedió por completo a un Real Madrid que encajó tres goles antes del minuto 78, minuto en el que iba a entrar Rodrygo, jugador que cambió por completo el devenir del partido y de la eliminatoria anotando un gol a los dos minutos de ingresar en el terreno de juego. El partido se fue a la prórroga, donde el Real Madrid puso el 2-3 con un testarazo inapelable de Benzema. Finalmente, la eliminatoria terminó con un global de 5-4 para el Real Madrid, que a posteriori y al igual que hizo el Chelsea tras apearles de la competición en la temporada anterior, se proclamaría campeón de aquella Champions League.

Así es como han ido las dos eliminatorias en las que se han cruzado londinenses y madrileños, por lo que el que consiga avanzar de ronda en el próximo cruce estará desempatando y tendrá, según las estadísticas, grandes chances de alzar la orejona, ya que ambos se hicieron con ella tras echar al otro de la competición. Por esto y más, está bastante claro que será un cruce precioso, en el que rachas y niveles de forma no tendrán tanta importancia, pues aquí puede ocurrir de todo.